domingo, marzo 25, 2007

Estimado Ingeniero:
Puede resultar una gran sorpresa la presente para usted, sin embargo me resulta más sorprendente escribirla, muy pocas veces tengo contacto con mis lacayos (no veo la necesidad), no obstante usted ha despertado mi curiosidad.
Me explico y no lo enredo ni le hago perder mi dinero (su tiempo), he notado su ausencia en la ultima fiesta que organicé para celebrar el premio merecido y que puede ser justificado con testigos sorpresa a la "Empresa revelación" además de hacerme extraño el hecho de que nadie pregunte por usted, ni tampoco alguien pueda revelar su paradero, esa es una de mis dudas, entre otras, como por ejemplo el por que jamás se lo ve en la hora de almuerzo y descanso, también note el deteriorado de su imagen, su cabello cada día está mas blanco, sus lentes húmedos y sus zapatos acusan maltrato, lo veo caminar de su oficina al baño y de vuelta a su oficina cabizbajo, pensativo, mirando el suelo y solo el suelo.
Su privacidad es asunto suyo y solo suyo, pero su imagen es también la imagen de nuestra empresa, nadie quiere que la gente piense que acá trabajan "mamarrachos" y que los trabajadores no se soportan en la hora de su descanso.
Ruego entonces a su persona en nombre de su envidiable sueldo, mejore los detalles que he redundado en la presente.
El tiempo es oro, y el oro es mío
El gerente

...


Señor Gerente:
He leído su carta en MI momento de descanso, mientras el que andaba detrás de la puerta insistía que ya la vencía.
Me tomé la libertad de responderle para poner en claro los siguientes puntos:
Sus famosas fiestas no son de mi interés y por si lo fueran, tengo deberes que cumplir para que exista motivos de que su "majestad" pueda organizar más de esas.
Para mi ese horario de almuerzo del que usted habla, ocurre solo cuando me trago las uñas al no poder resolver los caprichos de sus clientes que por cierto no los conozco.
La hora del descanso que usted orgulloso menciona es cuando su obsoleto equipo de computación no responde.
Como podrá entender esos instantes de los que usted se jacta brindar a sus fanáticos empleados, son suspiros para poder ser acompañados por el numeroso personal humano de la empresa revelación.
Mi imagen como usted la llama no esta descuidada ni deteriorada esta ignorada, debería preguntarse por que, bien yo le responderé, normalmente el tiempo en las mañanas permite desayunar, hablar, peinarse, además de disfrazar el olor humano, pues bien ese tiempo, su majestad ha reservado para que mi persona, brinde capacitación a sus elegidas y bien vistas secretarias, de nuestro nuevo sistema de facturación.
Como habrá notado esta mañana encontró mi oficina cerrada y vacía pues en el tiempo que se supone que debería estar ingeniando nuevas maneras de convencer a sus anónimos clientes, estuve escribiendo la presente, en la orilla de mi cama que clama atención y ruido, con la ventana abierta donde puede calentar mi hasta ahora congelada alma unos insolentes rayos del sol, para después llevar a su buzón en bicicleta con mi cómplice y bien querido hijo esta carta que en síntesis agradece sus observaciones, para renunciar a su empleo con todo y mi "envidiable sueldo" para hacer una "envidiable vida" al lado de mis antojos impulsados por las sed insaciable de libertad que tiene un reo.

Ronald

sábado, marzo 24, 2007

Siete despedidas en una estación

Han pasado ya siete años desde la última fiesta en la cocina, con cantos, alegría y todo tu genialidad, son siete años desde que la luz se fue de este hogar, siete años de no ver tu grandiosa sonrisa de oír tus palabras tiernas llenas de amor, siete años...
Jamás te podré reprochar nada, jamás diré que no has cumplido, porque si lo hiciste, si cumpliste...que mas da que no te pueda ver si te puedo sentir, si tu recuerdo esta intacto, si tu magia jamás se termina, están acá aun tus costumbres, tu leyenda...
Me haces falta como nada en este mundo, que difícil es la vida de una soñadora como tú, yo también sueño con tu libertad, sueño con besarte las manos, con abrazarte y reír, con discutir y llorar, sueño con tu regreso...
Con los años me doy dando cuenta el pilar que representas en este hogar, cada día más indispensable cada vez mas cercana...
Madre, mamá, mamita, viejita linda las estrellas necesitan cielo para brillar.
Querido Amigo:
Las ultimas semanas que pasamos juntos han sido realmente excepcionales, después de 15 años hemos abierto nuestras mentes antes de abrir nuestras bocas , me es grato saber que aún conservar la lucidez de un adulto, y que todavía puedes reír de adentro para afuera.
En este tiempo breve te vi reír y llorar, además de tener la suerte de poderte oír, siempre con la sabiduría patentada que guardas, son tantos años los que llevamos juntos y me doy cuenta que en horas empecé a conocerte, pero también me llena el alma de tristeza, saber que tantos años deje pasar solo viendo, solo juzgando o adulando, cuando pude haber disfrutado tu cálida compañía.
Entiendo que seamos muy distintos, aunque el espejo diga lo contrario, pero aún con esas diferencias de edades, costumbres y/o manías puedo decir que somos amigos, porque tu me tienes y yo te tengo para cualquier momento, porque se que te extrañare con el corazón y no con los ojos el día que tengamos que despedirnos, ¡somos amigos!
Perdón por mi indiferencia todo este tiempo, perdón por negarte una sonrisa, por esquivar un abrazo, por todas aquellas conductas estereotipadas de un joven moderno para con su padre.
Gracias amigo, compañero de mi vida, por dejar desempolvar el baúl de tu grandeza, por permitirme compartir mi vida a tu lado, gracias por ser el comodín, por estar incondicionalmente abierto de brazos, gracias por ser mi padre