domingo, agosto 19, 2007

¡Perfecto! me abrigo un tanto y en 15 minutos estoy allá, muchas horas después un mamarracho de voz contesta un celular que de suerte sigue en su bolsillo, ¿Dónde carajo estás? mas que preguntar, grita, la estrenada miembro del club de "plantadas" , mientras se toma la cabeza con la mano libre, se da cuenta de su imprudencia el hasta ahora ejemplar novio, y desentonadamente contesta: mi amor, ha pasado un improvisto, mi tía, el tráfico, no sabe que inventar, se ha enfermado vuelve al tema de la tía ficticia, era increíble, la mente más creativa del salón de clases, sale con una respuesta, con una excusa, tan tonta, tan increíble, que incluso a la ingenua novia, que se creía de todo, le pareció un agravio a su inteligencia, dime la verdad reclama ella e insiste en su interrogante ¿Dónde estás?, el por lo general es una persona bastante sincera y esta vez no habría de romper su fama, y contesta: No lo se, y no mentía ni era otro agravío a la inteligencia de su pareja, en realidad no sabía donde estaba parado, la vibración de la llamada lo había hecho despertar, no porque tenga mucha sensibilidad sino porque era la décima llamada consecutiva, de manera incomprensible cancela la llamada, y se da cuenta que lo rodean mujeres vestidas de morbo puro, las luces rojas, las bebidas de toda variedad para todo gusto y se pregunta ¿Cómo demonios llegué acá? antes de visitar los callejones de su memoria, siente el estremezo en su espalda, una mano delgada con una pulsera en la muñeca, esta dibujando un deseo incontrolable, aquel deseo que en cinco años de noviazgo reprimió la hija del rector, esas faldas largas, esos abrigos largos, habían forzado su atención para alertar un descuido, su imaginación, solamente, había podido alimentar sus deseos naturales, sin darse cuenta estaba otra vez en el oscuro cuarto pequeño, donde sentía la satisfacción del debut, del debut más fácil pero más costoso de su vida, disfrutaba cada movimiento, cada palpito acelerado de su corazón que había olvidado a esa prometida, que lo habría estar todavía esperando, se olvido de sus ojos de esos falsos te amo y de aquella tarde inmadura que le propuso unir sus vidas a la firma de un papel, el sudor que brotaba de él, despedía alcohol de toda una noche de exceso, y así fue como con cada esfuerzo, volvía a una realidad más parecida a la de los meses, años, anteriores, soltó con ira el fajo de billetes que había prometido pagar, salió de aquella tienda exquisita, recordando que lo llevo ahí , y, no al sillón de la casa de su futura esposa para ver la película que ella elegiría, esa noche como no paso, en tantas noches se dejo llevar por un profundo sueño, y con una sonrisa de satisfacción amaneció a la mañana siguiente.
Esa misma sonrisa se quedó el día entero, desde que fue a casa de su prometida, sabía lo que debía hacer, los billetes que pagó la noche anterior no solo lo había liberado de las rejas de la castidad, sino también lo liberó de una mentira con anillos, y se dió cuenta cuanto amaba a su libertad y cuanto daño se haría y le haría a esa abstenida joven, con un simple: Si, Acepto, no le importo la ira descontrolada del señor rector, de los jesuses que invoco la prejuiciosa madre, rompió el compromiso tras una noche de locura que le volvió a la lucidez.
Han pasado ya años de aquella noche, y aquella joven conservadora agradece el favor que hicieron esas mujerzuelas con aquel hombre, de darle lo que ella quiso darle pero le negó una tradición empotrada en sus costumbres, aunque lloro, sufrió y maldijo a aquel hombre, se dió cuenta de que su decisión fue la mejor y como el lo dijo la ultima vez que la vió: era para el bien de los dos, y así era,hoy ambos viven sus vidas como se les antoja y liberan sus deseos sin miedos ni mitos, cada quien por su parte, cada quien a su modo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hello